Este epígrafe se encuentra al comienzo del libro y da cuenta del espíritu que impulso la escritura de esta obra. Víctor de Currea-Lugo tuvo la oportunidad de conversar con los miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que conforman la delegación que está dialogando con representantes del gobierno en Quito, Ecuador. Con los testimonios que consiguió armó una estructura coral en la que diferentes voces narran su ingreso a la guerrilla, cómo viven la cultura elena, reconocen los errores que han cometido, los dolores que sienten, los miedos que los asaltan y lo que esperan del proceso de paz que están adelantando.
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